La NASA informó en las últimas horas que un asteroide del tamaño de un edificio rascacielos pasará cerca de la tierra hoy. Se trata de un cuerpo celeste conocido como 2022 OE2 y su tamaño es 13 veces más grande, por ejemplo, que el Monumento al Bicentenario (las dos torres miden 25 metros de alto).
Según detalló la entidad de aeronáutica y espacio, el objeto gigante mide entre 170 y 380 kilómetros de diámetro y fue descubierto el pasado 26 de julio.
¿Hay riesgo de impacto?
“Según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), aunque el asteroide roce la tierra, no hay riesgo de impacto, ya que pasará a más de 5 millones de kilómetros del planeta, lo que representa 13 veces la distancia entre la luna y la tierra.
Los cálculos de los especialistas indican que el cuerpo celeste viajará a una velocidad de 32,16 kilómetros por segundo, unas 40 veces más rápido que la bala de un rifle y alrededor de un tercio de la velocidad de un rayo”, explicó en su sitio Ámbito Financiero.
Qué haría la NASA en caso de un posible impacto
La NASA tiene un órgano específico centrado en analizar posibles impactos de asteroides en la tierra durante los próximos 100 años.
El llamado Apophis, por ejemplo, es un cuerpo que podría pasar próximo a la Tierra el día 13 de abril de 2029, y que ya se encuentra en estudio. Con un tamaño de 335 metros, podría constituir una amenaza para la Tierra. Pasará a una distancia de unos 32.000 kilómetros de la superficie, una distancia corta en términos de ingeniería aeroespacial.
En caso de que un asteroide se dirigiese peligrosamente a la tierra, el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra trazará diversas líneas de actuación.
“Para la NASA, hay dos caminos posibles en escenarios de emergencia: la desviación o la desintegración. En septiembre, por ejemplo, la entidad intentará mover un cuerpo celeste con un tamaño de 161 metros mediante la adhesión de una nave espacial”, explicaron.
La segunda opción se basa en un ataque nuclear. El lanzamiento de una ojiva nuclear de un megatón de potencia permitiría destruir hasta el 99% de la masa de un asteroide con un tamaño de 100 metros. Se trata de una de las opciones más elegidas en caso de riesgo inminente.